considero un arte instalarme en el desastre y continuar…

La vulnerabilidad de un abrazo.

La caricia rozando la mejilla.

El roce de una mano que habla, abriga y eriza.

Las conversaciones de miradas que no dicen nada y lo dicen todo.

El ser esa persona.

La lucha de pensamientos.

Los buenos vencen.

Siempre.

AMISTADES PASAJERAS

Hace ya algún tiempo me tocó lidiar con historias que no esperaba pero que de repente aparecieron y tuve que hacerles frente.

Hay veces que algo se detona y te explota de lleno y a partir de ahí tienes que comenzar a gestionar. Gestionar porque hagas lo que hagas, es una tarea que no puedes dejar a medias.

Hace unos años me vi en esa situación. Recuerdo que para mi fue bastante duro y al contrario de lo que supongo se esperaba de mi, batallé esa guerra refugiándome sólamente en mi.

Cuando pasa, aparece la tristeza, pero sobre todo, la desgana. La desgana de todo lo que conllevara salir de la burbuja que había creado en mi hogar. Por y para mi. Supongo que para poderme curar debía de empezar por lo más íntimo y lo único que me proporcionaba seguridad era mi casa, mi habitación, mi música, las conversaciones conmigo misma, nada más que yo para mi.

Puede sonar egoísta pero creo que es uno de los actos de amor más humanos cuando se trata de recomponer pedazos de uno mismo.

Me viene a la memoria personas que no lo comprendieron, personas que necesitaban otra respuesta porque la que tenía para ellos no era suficiente. Perdí amistades que no supieron comprender mi dolor y sobre todo, mi cura. Y eso es algo que siempre he tenido en mente. Las bases de una amistad cuando no todo reluce, cuando es necesario ofrecer espacio y saber mantenerse ahí, en ese lugar no próximo pero tal vez recurrente cuando la persona al fin pueda necesitarte. Eso no sucedió y aunque supe no darle la importancia necesaria para no lastimarme, a día de hoy todavía me viene a la mente, por qué, por qué no supísteis darme mi espacio, ese entendimiento que la amistad pura creo que debe reconocer. Y me apena.

Me apena no ya el perder a personas, porque en mi caso, no las perdí, se dejaron perder, sino el pensar que en ningún momento se pararon a entender qué es lo que realmente necesitaba de ellos.

Por ello, al ver esta foto, me siento tan identificada… y me viene aquella canción que decía «..duele más un desamigo que un desamor…»

Con el tiempo he comprendido que la mayoría de amistades son pasajeras y que la única misión que tengo es no perderme nunca a mi misma.

Yo, mi, conmigo.

Ellos, tal vez.

Cruel World

Mientras suena «Cruel World» de Lana del Rey, entro en mi burbuja recurrente y te me apareces, en forma de pensamiento balbuceante, llevándome al abismo suicida. Aquel que lucha por sobrevivir dentro de mi pero que con tanta fuerza pretendo aniquilar.

Quiero aniquilarte, que con un chasquido de dedos consiga esfumarte, que dejes sólo una leve brisa por la que hacer de equilibrista pero andar con total seguridad y saber a ciencia cierta que nunca podré caer al vacío, porque esta leve brisa me mece, me acuna y no hay mano asesina que consiga empujarme.

Eres magia dentro de mi, existes y a la vez no.

…because you’re young, you’re wild, you’re free
You’re dancing circles around me
You’re fucking crazy…


You’re crazy for me.

12 meses, 12 canciones

El otro día fui a la peluquería y además de regalarme un corte de pelo, corté literalmente por lo sano… 20 cm. porque sí, el pelo cuando uno se lo corta hay que cortarlo bien. Nada de medias tintas, ni un poquito ni las puntas. Eso es algo que he aprendido con el tiempo y que me ha costado muchos años aprender a que una puede verse también guapa con el pelo por encima de los hombros. Pues como decía, estuve en la peluquería y además del tajo, me di un caprichito en forma de tratamiento de pestañas.

Yo, muy dada a ser presumida pero siempre desde la barrera, yo me lo guiso, yo me lo como, di un paso más allá y me dejé en manos de una profesional. Pues me encontraba yo tumbada en una camilla con la música esta relajante tipo chillout-clasical que ponen en estos sitios y claro, para que el tratamiento surtiera efecto hacía falta tiempo y esperar, por lo que tuve bastante tiempo ahí tumbada para recapacitar y darle a esa cabecita que nunca para.

Como quería que los minutos pasaran rápido, porque en esas situaciones me empiezo a emparanoiar y es como que mi cerebro cortocircuita y tengo que abrir los ojos y moverme, comencé mi terapia puntual de relajación.

Comencé a pensar en las canciones que hablan de los meses del año. Y se me ocurrió pensar en relacionar los meses con canciones.

Muy metida yo en una ardua investigación musical llegué a la conclusión de que muchos eran los meses que tenían su canción o estaban relacionados con alguna de ellas.

Así que, hoy vengo yo a contaros cuáles son mis 12 canciones mensuales, seguro que hay muchas más pero son las que primero me vinieron a la mente, y desde aquí les voy a rendir un pequeño homenaje :)

Comenzamos ENERO y es inevitable recordar «Enero en la Playa» de Facto Delafé y las Flores Azules que tanto tarareé en aquel turbulento 2010.

Seguimos con FEBRERO y años después vino La Habitación Roja con «Febrero«, recordándonos que si alguien nos dice adiós y nos deja, lo desconocido puede ser brutal.

Siempre que pienso en MARZO me viene a la mente «las tardes de marzo de Zahara». Zahara no tiene ninguna canción con ese nombre, pero sí una letra que se repite sin cesar en mi mente cuando llega marzo. Es como un Leitmotiv. La primera vez que la vi en directo fue en marzo y tengo ese recuerdo fusionado a esa letra, manías… una bonita y a la vez cruda canción que narra el final de una relación que nos marca de por vida.

Como MARZO es el mes de las flores y de las cosas que comienzan a florecer, el día comienza a no ser tan gris y aunque todavía hace un frío de c o j o n e s nos sentimos más motivados, con más energía. Al menos yo. Rescato esta canción «Los jardindes de marzo» de La Bien Querida, para contrarrestar el efecto cortavenas de la canción de Zahara y llegar a un empate bonito con nuestro interior.

Llegamos a ABRIL el mes que menos nos costará elegir, porque si hay un himno de este mes es el gran «20 de abril» de Celtas Cortos.

Llegados a este punto es cuando mi mente se nubla y es que no consigo encontrar ninguna canción que hable de MAYO (que seguro la hay) o algo que relacione con este mes, así que esta os la dejo a vosotros. Seguro que me sorprendéis.

JUNIO viene pisando fuerte desde que mis adorados Vetusta Morla escribieran una canción «23 de Junio» que siempre relacionaré con mi hermano, ya que vino al mundo en un día tal que aquel de un bonito 1993. Me parece un día y noche especiales. La noche de san Juan, esa noche mágica, que siempre vivo con cierto misticismo y es que me gusta jugar a soñar.

Pasamos el ecuador y nos encontramos en JULIO, ese mes que tanto me gusta. Mi mes, el verano, los días llenos de luz, de planes… días que dan para pensar, para verte por dentro y escuchar canciones como ésta «Palabras para Julio» de Niños Mutantes.

SEPTIEMBRE siempre da morriña, el verano se va acabando aunque todavía nos quedan esos espectaculares atardeceres. Y aunque sería un error no nombrar a Los Piratas con sus «Años 80» y su «no te echaré de menos en septiembre…

Mi versión de septiembre más particular sería «Las cenizas del verano» de Cyan. Siempre suelo recurrir a ella en esta temporada del año. La melancolía o la nostalgia del paso del verano hacen cobijarme bajo esta letra que me cura…

Para OCTUBRE no tengo mejor versión que «Octubre» de la gran Carmen Boza. Que hace magia tanto con su voz como con sus dedos…

Octubre no puede marcharse sin esta versión de Love of Lesbian «Me llaman Octubre»

NOVIEMBRE junto a Febrero podría decirse que son los meses que menos me inspiran, así que os dejo otra de La Bien Querida «Noviembre»

Finalizamos con DICIEMBRE y aunque en este mes siempre se repite la misma melodía, creo que no podría haber canción mejor para este mes. «Diciembre» de Vetusta Morla con Depedro.

Mi aportación musical es esta, seguro que quien pase por este rinconcito aporta un grano de creatividad. Seguro también que a lo largo de los días me vendrán a la mente canciones relacionadas con este tema, porque cuando algo se me mete en la cabeza…

¿Y vosotros, qué canciones hubiérais elegido?

:)

Un San Isidro diferente

A estas horas, deberíamos estar preparándonos para pasar un bonito San Isidro, como cada año. San Isidro es una de las fiestas más bonitas de mi ciudad. Quien me conoce, lo sabe, seguramente les habré hablado de ellas. Colorido, alegría, jolgorio, verbena…

Me gustan las fiestas de San Isidro porque hacen partícipe a toda la ciudad, participes desde dentro o las veas desde fuera.

Desde que era una niña, las he sentido muy arraigadas dentro de mi. Mis padres se encargaron de ello. Y en casa siempre se han vivido con especial entusiasmo.

Este año es diferente, y como se suele decir ahora, hay que adaptarse a la nueva normalidad, por lo que en casa hemos disfrutado a nuestra manera de nuestro San Isidro particular.

Mañana sería el día grande, el día de la cabalgata de carrozas. Como este bichito no nos va a dejar disfrutar de ella, en casa hemos hecho nuestro homenaje particular.

Hoy no estoy muy inspirada, pero es un día bonito y venía a desearos:

~ Feliz San Isidro ~

:)

Series de cuarentena

Iba a hacer una intro hablando un poco sobre cómo la cuarentena nos ha desestabilizado en todos los sentidos e iba a hacer un intento de equilibrar la balanza con cosas positivas, pero como no vengo a dar lecciones, os voy a contar todas las series que he podido ver, que ya echaba de menos, la verdad.

Debido a mi trabajo, ya no podía disfrutar de ese ratito antes de dormir, en el sofá, con tu capítulo y tu té entre manos. Ahora ha sido cuando he visto MI OPORTUNIDAD, por que sí, he aprovechado todas las noches y he podido disfrutar de uno de mis hobbies favoritos. El cine.

Desde hace ya unos años, las películas las solía dejar para verlas en el cine, en casa soy más de ver series. El hecho de que sean más cortas me viene bien, por ello hoy no os voy a hablar de pelis (otro día tal vez), os voy a hablar de mis series de cuarentena.

Antes debo de comentaros de que en casa tenemos dos formas de ver series. Las series que elegimos bajo la crítica y que dedicamos el momento de la noche, la tranquilidad del sofá y agudizamos todos los sentidos para no perder detalle; y las series que elegimos mientras comemos o cenamos, series menos intensas y más fáciles de seguir o prestar atención.

Ahora sí que sí, voy con ellas.

La Casa de Papel (última temporada), un estreno esperado por muchos. Una serie que nos ha servido de entretenimiento y para echarnos alguna que otra risa con el guión.

Unorthodox. Es de esas series que ves por la inercia netflixiana. No me pareció mala. Es más, el hecho de que no estuviera doblada al castellano cuando hablaban en judío me gustó. Una forma de prestar más atención. El trabajo de la protagonista muy logrado. Pero una historia más, como tantas que hay por el estilo. Cortita y concisa. Un aprobado cortito.

La Peste. Hacía tiempo que me habían comentado ciertas series de Movistar, por que no todo va a ser Netflix y HBO. Y decidimos aprovechar la cuarentena y darnos de alta en esta plataforma y gracias a los dioses de tan acertada decisión. Ya nos hemos visto la 1ª temporada y nos ha gustado mucho y sin ganas de que se nos termine la 2ª.

El Día de Mañana. Una serie inspirada en una novela homónima ambientada en los años 60. Serie con una historia interesante y una estética muy bonita.

Peaky Blinders. Con esta serie me ha pasado un poco como con Juego de Tronos. Sabía de su existencia ya hace años; había intentado verla alguna que otra vez pero sin éxito. Hasta que decidí volver a ver ese primer capítulo. Bueno, pues puedo decir, que se ha convertido en una de mis series favoritas. Junto con Juego de Tronos, y el Cuento de la Criada, creo que son mis tres imprescindibles. La 2ª temporada me parece impresionante. La historia, la ambientación, el protagonista. Ay el protagonista…! Os la recomiendo con los ojos cerrados.

El Embarcadero. Una serie para pasar el rato, sin más. Sé de gente que le ha gustado mucho, supongo que por que tiene un halo bohemio muy bonito con el que se sienten reconfortados.

Merli: Sapere Aude. El spin- off de la serie Merlí que aquí en casa nos gustó mucho. Una serie catalana, baja en calidad técnica, doblaje, etc. Pero muy necesaria por su guión. Por todos los temas que aborda. Un bonito momento de reflexión filosófica. Esta temporada no nos ha gustado tanto, pero como entretenimiento no ha estado mal.

Las Chicas del Cable. No soy mucho de este tipo de series, de sobremesa. La telenovela española. La empecé por curiosidad. El guión, la narración, muy telenovela como os decía, pero la ambientación, y la dirección de arte me ha gustado mucho. Si pudiera transportarme a algún momento de la historia, me gustaría vivir un momento a lo Gran Gatsby, con esos peinados, vestidos. Un momento de mujer revolucionaria glamourosa.

Mira lo que has hecho. Una comedia española. Tenía todos los ingredientes para que no me llamara nada la atención. Una serie biográfica sobre Berto Romero, el protagonista. Mira que me cuesta la comedia… pues esta serie no la llegué a empezar. La tenía puesta mi pareja y le presté 5 minutos de atención y me hizo soltar un par de carcajadas que me hicieron mella. Pues bien, al día siguiente decidí seguirla. Os puedo decir, que puede que sea la serie que más me ha hecho reir de las que he visto de este género (cierto es, que no son muchas). Ha sido como estar viendo constantemente un monólogo. Un gran monólogo. Chapêau a los guionistas porque he llegado a pasar del llanto a la risa incontrolada en una milésima de segundo. Os la recomiendo muy mucho :)

Vida perfecta. Me dejo para el final la que ha sido mi serie favorita de la cuarentena (dejando a un lado el galardón a Peaky Blinders). Favorita por lo bonita que es, favorita por los temas que aborda, favorita por sus personajes, favorita por su BSO, favorita porque me ha hecho reir y llorar, porque me ha hecho sentir muchas cosas. Por lo pequeñita y a la vez tan grande. Y porque ha sido la primera serie que he podido ver con mi madre. Ese momento de conexión ha sido precioso.

La serie tiene tela. Difícil de entender y de razonar para personas más conservadoras. De hecho, mi madre yo creo que flipaba un poco, pero era divertido… ver sus reacciones. Por supuesto que también os la recomiendo.

Y entre tanta serie terminada, también hemos empezado un par que hemos dejado en stand-by, y que nos ha costado retomar.

Una es Arde Madrid y la otra Fleabag. Sé de gente que ven en Fleabag una pedazo de serie, pero es que me parece demasiado cargante. Me cuesta ese tipo de comicidad… así que, ahí se ha quedado. En el 2º capítulo.

Y esta ha sido mi fiebre seriéfila de esta cuarentena. Ahora os toca adivinar cuáles he visto mientras comía y cuáles he disfrutado con nocturnidad.

Y vosotros, habéis disfrutado del cine estos días en casa?

¿Tenéis recomendaciones?

Es el momento de hablar, o callar para siempre.

¡Os deseo un feliz domingo!

Leer da placer

Hoy es un día bonito. Estemos donde estemos. Probablemente muchos de vosotros que sois fieles a la tradición, hoy no os haya llegado el tan esperado libro del  23 de abril. Sin embargo, estoy segura de que todos tenemos en nuestras casas libros sin leer, o mejor aún, libros para releer. Libros que alguna vez nos dejaron marca y cada cierto tiempo recurrimos a ellos.


Yo he recurrido a estos dos.


«El Principito», porque siempre será mi libro favorito. Y además, esta versión Pop-up, es preciosa. Si a eso le sumas que me lo regaló una de las personas mágicas de mi vida …pues ya me entenderéis.

«Y Te quiero (casi siempre)» de Anna Llenas. Otro Pop-up maravilloso que nos cuenta de una forma muy bonita aquello que nos hace diferentes, mostrando el mágico efecto de los polos opuestos.

¿Y vosotros, habéis recibido algún libro? ¿Cuáles son vuestros imprescindibles?

Os deseo que paséis un bonito día; leyendo, si puede ser :)

Geranios en flor

No es que no quieran volver, es que no encuentran el camino hasta aquí...

Anoche me fui a la cama riendo a carcajadas, me dio esa risa tonta que no quería que terminara. Me suele pasar cuando tengo sueño o estoy cansada y estoy de buen humor. Estoy como yo suelo decir, borracha de sueño, y de ahí esa diversión que me ataca en esos momentos puntuales. Me vuelvo loca, cómica, una niña… porque sigo siendo una niña.

Esta madrugada me he despertado escuchando el sonido de la lluvia, parece que en esta casa solo yo soy capaz de escuchar sonidos cuando estamos durmiendo. Pues de repente he saltado de la cama como una loca, recordando que tenía unas toallas tendidas en la terraza… y sin pensarlo he salido, medio desnuda, a por ellas… empapadas. Empapada yo también. Pero tranquila.

Y a seguir soñando, porque yo siempre sueño. Me encanta soñar.

Hace unos días soñé contigo papá, no suele pasarme a menudo pero a veces pasa. Pasa que te veo, estás a mi lado, en cualquier situación, por absurda que parezca, estás ahí, como un observador que me mira con cariño pero no articula palabra. Y yo me siento tranquila, porque te veo y me ves y nos sentimos.

A veces, pienso en tu voz, para no olvidarme de ella. Es lo que más me preocupa. Pero sabes que no me olvido. También juego con Laika, la pongo a prueba y te nombro para ver si todavía se le posan las orejas y gira la cabeza en señal de escucha cuando te pronuncio. Y sabes, lo hace. Ella tampoco te ha olvidado.

Me pregunto cómo serán los recuerdos de los perros, de Laika, qué pasará por su cabecita cuando está completamente dormida y empieza a gruñir en sueños, qué sueñan, qué sienten… sueñan con nosotros? con un trozo de comida? yo creo que a veces sueña que juega con sus primas perrunas, a las que quiere con locura.

Ayer le leí a mamá cosas que había escrito sobre ti y sé que le hice pasar un mal rato, pero fue necesario. Necesitaba arrancarle de cuajo ese nudo que se nos pone en la garganta cuando lloras desde dentro. Cuando no hay lágrimas, cuando te pica la garganta y sientes que tus cuerdas vocales se estrechan y sientes una fuerte presión, una presión que duele y lloras por dentro.

Sé que hoy está mejor, a pesar de que sé que no te saca de su mente ni un solo segundo. También sé que otro grandullón está pensando en ti; aunque ya no hablemos, lo sé. Sé que estás en su cabeza, aunque la gente de su alrededor hoy ni siquiera lo note.

Recuerdo la última canción que escuchamos juntos, fue de Vetusta Morla, y también recuerdo que no paraba de pensar en la abuela, que hacía pocos meses que nos había dejado; Año Nuevo se llamaba la canción y se repetía la estrofa en mi mente;

«Con vivos, muertos, brindando juntos
Por un año más, un año menos
Que dolerse de esta herida y de esta luz
«

Y te imaginarás lo melancólica que estaba en ese momento. Supongo que ahora entenderás por qué se convirtió su música en algo mágico para mi y así hasta el día de hoy.

Hoy no estoy triste, hoy te escribo escuchando música que me calma, me recompone y me alegra el alma.

He empezado esta entrada con una canción de Zahara, y la termino escuchando este mágico himno que me hace flotar.

…descansa, tranquilo. Eres paz.

¿Cuarentena o cuarenpena?

Llevo exactamente 3 años sin escribir aquí. Mi última entrada fue del 19 de abril de 2017 ¿casualidad? no lo creo.

Normalmente, cuando no me encuentro del todo bien, recurro a lugares o a cosas que me hacen sentir bien o al menos me transportan a momentos en los que lo estaba. Hoy es un día de ellos. Toda esta burbuja provocada por el COVID-19 está removiendo muchos sentimientos; unos buenos y otros no tan buenos.

En casa lo llevamos bien, los días se nos hacen cortos. Tenemos rutina, dormimos normalmente bien, comemos bien, etc. Pero hay días que una se levanta y algo le hace click y ahí empieza ese cosquilleo incesante que hace que la tristeza se adueñe completamente del cuerpo. Ahora mismo estoy así, triste, nostálgica, un poco rozando el suelo, pero es que me apetece estar así. No os ha dado alguna vez por llorar sin motivo aparente y deseas llorar con todas tus fuerzas? y te dicen que no llores, pero joder, tú quieres llorar, quieres seguir llorando más y más y acabas llorando tanto que al final no sabes ni por qué lloras, verdad? Pues yo hoy tengo ganas de llorar.

Y no sé si es bueno, si es malo, si lo necesito, si tengo que obviarlo, si no… joder, con las que somos altamente sensibles. Porque sí, si algo he sacado en claro de mi en todas estas semanas es que pertenezco al grupo de personas PAS. Personas Altamente Sensibles. Siempre he sabido que tengo una especial sensibilidad por todo, y cuando digo todo es TODO. Me obsesiono con cualquier chorrada y le presto atención a lo más insignificante. También me mosquea lo más pequeño y eso me ha hecho preguntarme qué es lo que me estaba ocurriendo. Pues sí, soy una PAS y en el fondo me gusta, excepto cuando te hundes en la mierda y te cabreas con to cristo y no hay nada que te salve.

En esta entrada estoy escribiendo mucho sin decir nada, pero yo soy así. A veces sólo me entiendo yo o quiénes se sienten parecido y ven en mis palabras un fiel reflejo a lo que les sucede a ellas.

Miro este blog, lo leo y siento envidia. Hay miles de chorradas y textos pasados, pero me siguen gustando, me sigo emocionando leyéndolos. Siento cierta nostalgia por haber perdido ese «don» que me hacía escribir cualquier cosa sin pensar en quién iba a leerlo, solo por el mero hecho de expulsarlo, de dejarlo salir de mi alma.

Joder, me estoy poniendo muy intensa. Soy intensa.

Hoy necesitaba escribir cualquier chorrada, que tiempo después pueda leer y recordar y reir y llorar a la vez, y acordarme de lo idiota que me sentía cuando era tan afortunada y sólo tenía ganas de llorar.

Porque llorar no es malo.

Llorar es como esa pastillita que te tomas para que el pecho no te duela, no te ahogue.

Llorar es mi Lexatín sin receta.

Llorar, sin más.

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19/04/2020